LOS PRESUPUESTOS PÚBLICOS: UNA FORMA DE REDISTRIBUCIÓN POR MEDIO DE LA EDUCACIÓN
LOS PRESUPUESTOS PÚBLICOS: UNA FORMA DE REDISTRIBUCIÓN POR MEDIO DE LA EDUCACIÓN
En el post de hoy vamos a tratar la necesidad de aumentar la inversión pública en los presupuestos públicos y su necesidad en el sistema educativo.
Los conocimientos y habilidades que las personas tienen para realizar una actividad o un trabajo es conocido con el nombre de capital humano. La inversión en educación pública por parte de los gobiernos de los países garantiza que los ahora estudiantes después trabajadores de un país, puedan disponer de las herramientas necesarias para realizar un trabajo. Comúnmente, políticos y economistas tienden a referirse a la educación relacionándola, cómo no, con el mercado laboral. Hasta estos momentos, los últimos estudios decían que, a mayor inversión en educación, más beneficios económicos repercutían en las personas y, por resultante, sobre la riqueza de un país. Sin embargo, con la segunda mayor crisis financiera acercándose al globo y, tras los trágicos efectos que la crisis del año 2008 trajo a las cuentas de la partida en educación en forma de recortes y precariedad tanto para profesores como alumnado, esta inversión se hace más que nunca necesaria. Precisamente, no únicamente para garantizar que las personas de familias menos adineradas van a poder tener una educación pública y de calidad, también para poder generar un impacto en sus posibilidades y forma de pensar.
El sistema educativo ha sucumbido al efecto inflacionario. Garantizar una educación superior no se ha convertido únicamente en un recurso progresivamente más caro económicamente, también en cuestión de inversión de tiempo. El diploma que acreditaba una licenciatura veinte años atrás poco tiene que ver con la validez de un diploma de grado en la actualidad, igual puede decirse de un máster. Y, si bien debes sacarte más y más titulaciones, todas ellas con mayor cuantía dineraria, una vez llegada la hora de la verdad, la todopoderosa empresa privada parece rechazar todas ellas en vista a tu sobrecualificación. La educación pública, si desea seguir manteniendo su función igualitaria, debe dejar de limitar y restringir inscripciones y valerse del mecanismo de oferta-demanda seguida en los mercados. Relacionar la educación con el mercado laboral no impacta únicamente en perjuicio de todo un sistema público, también contra sus ciudadanos.
La inversión pública es un elemento necesario en todo estado moderno, no únicamente para garantizar la igualdad de oportunidades, también para mantener unos derechos laborales mínimos que gratifiquen a las personas por su esfuerzo continuo en un sistema público que valide esfuerzos reales, no monetarios.
Comentarios
Publicar un comentario